Los niños pueden temer a la oscuridad por varias razones, por miedo a que les hagan daño, a que aparezcan fantasmas o monstruos, a sombras o ruidos, así como miedo a que sus padres  les abandonen. Como ya sabemos, los niños aprenden a través de la observación, por ello, puede ser que nuestro hijo tras observar como a otros niños les da miedo la oscuridad, haga un aprendizaje de que ésta es algo “malo” y desarrolle miedo. Es por esta razón por la que muchas veces los padres, se dan cuenta de que el hermano pequeño está comenzando a mostrar conductas de miedo que nunca antes había tenido, por aprendizaje del comportamiento de su hermano.

Aunque este miedo suele desaparecer de forma natural con la edad, podéis ayudar a vuestro hijo a exponerse poco a poco al estímulo que le genera miedo a través del juego, para reemplazar las connotaciones negativas de la oscuridad por diversión.

Algunos de estos juegos pueden ser la gallinita ciega, hacer sombras en la pared con una linterna, encontrar el tesoro a oscuras….

Sobre todo, es muy importante que si tu hijo se despierta a media noche y te llama, intentes tranquilizarlo con la luz apagada, pues si no, entenderá que la luz es un estímulo de seguridad.

Si crees que el miedo de tu hijo es excesivo y necesitas ayuda y una atención personalizada no dudes en contactar una cita psicológica conmigo en Albacete.